José Gervasio Artigas nació el 19 de junio de 1764 en Montevideo, que formaba parte del Virreinato del Perú. Artigas comenzó a ganarse la vida comprando cueros en la campaña para venderlos a los exportadores de Montevideo. En 1797 ingresó como soldado de caballería en el regimiento de Blandengues y en 1806, durante las invasiones inglesas participó en la reconquista de Buenos Aires y en la defensa de Montevideo a las órdenes de Liniers.
Desertó de la guarnición de Colonia y se puso a disposición del gobierno porteño para combatir al gobernador español Javier de Elío que se negaba a reconocer a la Junta revolucionaria de Buenos Aires y que había sido nombrado Virrey del Río de la Plata.
Artigas comenzó a organizar un gran ejército popular formado por los gauchos orientales, empobrecidos por la escandalosamente corrupta administración de Elío. Repartió entre sus paisanos las tierras y los ganados que les iban “recuperando” a los españoles. Con estas fuerzas, el 18 de mayo de 1811 derrotó a los realistas en el combate de Las Piedras.
Se retiró hacia Entre Ríos para reorganizar la lucha. De todos lados llegaban familias huyendo de la persecución a colocarse bajo su protección y a ofrecerse para luchar contra los españoles y los portugueses, que habían comenzado a penetrar desde el norte de la Banda Oriental por pedido de Elío. Unas 16 mil personas, hombres, mujeres y niños, con sus pocos ganados y pertenencias, cruzaron el río Uruguay y se instalaron en Ayui, cerca de la actual Concordia, Entre Ríos, preparados para continuar la lucha. Era el famoso éxodo del pueblo oriental.
Para la Asamblea del año XIII, Artigas enviaba representantes que reclamaban la inmediata declaración de independencia, constitución republicana, libertad civil y religiosa, igualdad de todos los ciudadanos, gobierno central con respeto a las autonomías provinciales y el establecimiento de la capital fuera de Buenos Aires.
La Asamblea presidida por el unitario Carlos María de Alvear rechazó los diplomas de los diputados orientales, argumentando que no habían sido elegidos legalmente. Era una mala excusa ya que los únicos delegados elegidos por voto popular eran precisamente los orientales. La clase alta porteña temía que la influencia del caudillo oriental y su enorme popularidad se extendieran al resto de las provincias, veían en la acción de Artigas un peligroso ejemplo que propugnaba un serio cambio social y politico. El reparto de tierras y ganado entre los sectores desposeídos concretado por Artigas en la Banda Oriental, bien podía trasladarse a la otra margen del Plata y poner en juego la base de su poder económico.
Es que Artigas en su gobierno puso en practica la ley agraria más avanzada que se conozca hasta esos momentos en el Río de la Plata. Puso en funcionamiento el llamado "reglamento de tierras", en los 29 articulos se establecia la estrategia artiguista de reforma social que lo diferenciaba profundamente de otros independentistas de la época. No se trataba de conseguir solo la independencia si no tambien de cambiar las condiciones de vida las mayorias populares. Con la reforma agraria se buscaba crear una clase de pequeños hacendados propietarios. El reglamento ofrecia al pueblo un total de 7500 hectareas que serian expropiadas a los "emigrados, malos europeos y peores americanos". Sin dudas los mas afectados por la reforma eran los grandes propietarios españoles enemigos de Artigas. Se exigia que cada beneficiado que poblara efectivamente el terreno construyendo ranchos y corrales, y ademas que la tierra sea utilizada y no se especule con ella. Uno de los objetivos principales era recuperar el numero de ganado, y maximizar su producción, que se había deteriorado por la guerra.
Para 1814, la popularidad de Artigas se había extendido a varias de las actuales provincias argentinas, afectadas, al igual que la Banda Oriental por la política de libre comercio y puerto único, promovida por Buenos Aires que arruinaba a los artesanos y campesinos del Interior. Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Córdoba se unen a los orientales, formando la Liga de los Pueblos Libres. Como Protector de la Liga, Artigas luchó junto con los jefes litoraleños contra el centralismo del Directorio. La liga formó una especie de mercado común regional en el que se protegía a los productores nacionales y se fomentaba la agricultura a través del reparto de tierras, animales y semillas. No pagaban impuestos las máquinas, los libros y las medicinas y derivaba el comercio del Litoral al puerto de Montevideo.
Diferenciándose del liberalismo económico desenfrenado, Artigas promulgó el 9 de septiembre de 1815 un Reglamento de Comercio que establecía: “Que todos los impuestos que se impongan a las introducciones extranjeras, serán iguales en todas las Provincias Unidas, debiendo ser recargadas todas aquellas que perjudiquen nuestras artes o fábricas, a fin de dar fomento a la industria de nuestro territorio”. El reglamento de aranceles de Artigas y su política de comercio tenia la intención de proteger el desarrollo local de la Banda Oriental.
En 1816 Artigas se negó a mandar diputados al Congreso de Tucuman, el estaba dispuesto a participar de un congreso pero si no estuviera dominado por Buenos Aires.
A fines de 1819 la Liga estaba en una lucha de dos frentes, por un lado los porteños directoriales y por el otro los portugueses. Artigas concibió un plan militar, él atacaría el campamento portugués en Río Grande mientras que las fuerzas de Entre Ríos y Santa Fe atacarían Buenos Aires. Pero mientras el caudillo de Santa Fe, Estanislao López, y su compañero de Entre Ríos, Francisco Ramírez, invadían exitosamente Buenos Aires y triunfaba en Cepeda, Artigas era derrotado por los portugueses en Tacuarembó.
Aprovechando esta situación de debilidad de su antiguo jefe, los caudillos firmaron a espaldas de Artigas el Tratado del Pilar, abandonando a su suerte al líder oriental. Artigas decidió unir sus escasas fuerzas con las de Corrientes y Misiones. Ingresó en Entre Ríos dispuesto a someter a Ramírez, pero fue derrotado, y debió exiliarse a Paraguay, donde vivió el resto de su vida de forma modesta y alejado de la actividad militar de las Provincias Unidas. Falleció el 23 de septiembre de 1850.
Fuentes:
- Luna, Felix, Grandes Personajes De La Historia, José Gervasio Artigas, Editorial Planeta, Buenos Aires, 2000.
Desertó de la guarnición de Colonia y se puso a disposición del gobierno porteño para combatir al gobernador español Javier de Elío que se negaba a reconocer a la Junta revolucionaria de Buenos Aires y que había sido nombrado Virrey del Río de la Plata.
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José Gervasio Artigas |
Artigas comenzó a organizar un gran ejército popular formado por los gauchos orientales, empobrecidos por la escandalosamente corrupta administración de Elío. Repartió entre sus paisanos las tierras y los ganados que les iban “recuperando” a los españoles. Con estas fuerzas, el 18 de mayo de 1811 derrotó a los realistas en el combate de Las Piedras.
Se retiró hacia Entre Ríos para reorganizar la lucha. De todos lados llegaban familias huyendo de la persecución a colocarse bajo su protección y a ofrecerse para luchar contra los españoles y los portugueses, que habían comenzado a penetrar desde el norte de la Banda Oriental por pedido de Elío. Unas 16 mil personas, hombres, mujeres y niños, con sus pocos ganados y pertenencias, cruzaron el río Uruguay y se instalaron en Ayui, cerca de la actual Concordia, Entre Ríos, preparados para continuar la lucha. Era el famoso éxodo del pueblo oriental.
Para la Asamblea del año XIII, Artigas enviaba representantes que reclamaban la inmediata declaración de independencia, constitución republicana, libertad civil y religiosa, igualdad de todos los ciudadanos, gobierno central con respeto a las autonomías provinciales y el establecimiento de la capital fuera de Buenos Aires.
La Asamblea presidida por el unitario Carlos María de Alvear rechazó los diplomas de los diputados orientales, argumentando que no habían sido elegidos legalmente. Era una mala excusa ya que los únicos delegados elegidos por voto popular eran precisamente los orientales. La clase alta porteña temía que la influencia del caudillo oriental y su enorme popularidad se extendieran al resto de las provincias, veían en la acción de Artigas un peligroso ejemplo que propugnaba un serio cambio social y politico. El reparto de tierras y ganado entre los sectores desposeídos concretado por Artigas en la Banda Oriental, bien podía trasladarse a la otra margen del Plata y poner en juego la base de su poder económico.
Es que Artigas en su gobierno puso en practica la ley agraria más avanzada que se conozca hasta esos momentos en el Río de la Plata. Puso en funcionamiento el llamado "reglamento de tierras", en los 29 articulos se establecia la estrategia artiguista de reforma social que lo diferenciaba profundamente de otros independentistas de la época. No se trataba de conseguir solo la independencia si no tambien de cambiar las condiciones de vida las mayorias populares. Con la reforma agraria se buscaba crear una clase de pequeños hacendados propietarios. El reglamento ofrecia al pueblo un total de 7500 hectareas que serian expropiadas a los "emigrados, malos europeos y peores americanos". Sin dudas los mas afectados por la reforma eran los grandes propietarios españoles enemigos de Artigas. Se exigia que cada beneficiado que poblara efectivamente el terreno construyendo ranchos y corrales, y ademas que la tierra sea utilizada y no se especule con ella. Uno de los objetivos principales era recuperar el numero de ganado, y maximizar su producción, que se había deteriorado por la guerra.
Para 1814, la popularidad de Artigas se había extendido a varias de las actuales provincias argentinas, afectadas, al igual que la Banda Oriental por la política de libre comercio y puerto único, promovida por Buenos Aires que arruinaba a los artesanos y campesinos del Interior. Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Córdoba se unen a los orientales, formando la Liga de los Pueblos Libres. Como Protector de la Liga, Artigas luchó junto con los jefes litoraleños contra el centralismo del Directorio. La liga formó una especie de mercado común regional en el que se protegía a los productores nacionales y se fomentaba la agricultura a través del reparto de tierras, animales y semillas. No pagaban impuestos las máquinas, los libros y las medicinas y derivaba el comercio del Litoral al puerto de Montevideo.
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En rojo la Liga De Los Pueblos Libres liderada por Artigas |
Diferenciándose del liberalismo económico desenfrenado, Artigas promulgó el 9 de septiembre de 1815 un Reglamento de Comercio que establecía: “Que todos los impuestos que se impongan a las introducciones extranjeras, serán iguales en todas las Provincias Unidas, debiendo ser recargadas todas aquellas que perjudiquen nuestras artes o fábricas, a fin de dar fomento a la industria de nuestro territorio”. El reglamento de aranceles de Artigas y su política de comercio tenia la intención de proteger el desarrollo local de la Banda Oriental.
En 1816 Artigas se negó a mandar diputados al Congreso de Tucuman, el estaba dispuesto a participar de un congreso pero si no estuviera dominado por Buenos Aires.
A fines de 1819 la Liga estaba en una lucha de dos frentes, por un lado los porteños directoriales y por el otro los portugueses. Artigas concibió un plan militar, él atacaría el campamento portugués en Río Grande mientras que las fuerzas de Entre Ríos y Santa Fe atacarían Buenos Aires. Pero mientras el caudillo de Santa Fe, Estanislao López, y su compañero de Entre Ríos, Francisco Ramírez, invadían exitosamente Buenos Aires y triunfaba en Cepeda, Artigas era derrotado por los portugueses en Tacuarembó.
Aprovechando esta situación de debilidad de su antiguo jefe, los caudillos firmaron a espaldas de Artigas el Tratado del Pilar, abandonando a su suerte al líder oriental. Artigas decidió unir sus escasas fuerzas con las de Corrientes y Misiones. Ingresó en Entre Ríos dispuesto a someter a Ramírez, pero fue derrotado, y debió exiliarse a Paraguay, donde vivió el resto de su vida de forma modesta y alejado de la actividad militar de las Provincias Unidas. Falleció el 23 de septiembre de 1850.
Fuentes:
- Luna, Felix, Grandes Personajes De La Historia, José Gervasio Artigas, Editorial Planeta, Buenos Aires, 2000.
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