🌎 En la presente publicación expondremos solo algunos datos que muestran brevemente los efectos económicos y sociales de la transición histórica de un Estado de Bienestar a un Estado Neoliberal en el mundo occidental, sobre EE.UU, y en América Latina.
El Estado interventor de los años 30, institucionalizado y devenido en Estado de Bienestar luego de la Segunda Guerra Mundial, es considerado por historiadores y economistas del mundo como la "Era de oro del Capitalismo". Durante esta época se vieron las mejores tasas de crecimiento de la historia acompañadas además de una notable mejora en la calidad de vida de las sociedades occidentales y también en los países latinoamericanos donde se replicó este tipo de Estado.
Este tipo de capitalismo se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía, regulando múltiples actividades como las financieras, y potenciando otras, como el sector industrial. Además mejoró la calidad de vida de la población al invertir masivamente en servicios esenciales como la salud y educación, ademas de proveer viviendas e infraestructura, y una buena legislación laboral y diferentes derechos sociales.
Todo esto trajo como consecuencia una fuerte reducción de la desigualdad y la pobreza, reducción de las crisis financieras y crediticias, y un aumento exponencial del desarrollo industrial y tecnológico.
Además fue utilizado por el mundo occidental para prevenir cualquier tipo de revolución socialista durante la guerra fría.
El Estado de Bienestar también tuvo problemas, como alta inflación y sumado a la crisis del petróleo de 1973, este modelo entró en crisis.
El Neoliberalismo, es decir, el resurgir de las ideas liberales, fue la respuesta a la crisis. Las reformas que se llevaron a cabo en el mundo occidental y latinoamericano tenían como objetivo el de reducir el papel del Estado en casi todos los aspectos económicos y sociales, desregular mercados, privatizar, liberalizar el comercio exterior y aumentar la conexión globalizadora entre los países del mundo.
Todo esto se puede resumir en los 10 puntos del Consenso de Washington (1989). Estas políticas trajeron como consecuencia un aumento exponencial del comercio exterior y una globalización cosmopolita en todo el mundo. Pero también redujo a los Estados a un papel secundario, dándole poder a los Organismos Multilaterales de Crédito (FMI, BM), a las multinacionales y el sector financiero. Ademas de aumentar la desigualdad, los endeudamientos masivos y el deterioro de la calidad de vida y laboral de millones de personas.
EE.UU, gran promotor de la globalización neoliberal, también se vio afectado por estas políticas, la deslocalización de sus empresas y la financiarización de su economía afectó fuertemente a su población.
En América Latina esto afectó, sobre todo por que el notable desarrollo industrial se vino abajo con las políticas promovidas por el FMI que sólo sirvieron para reprimarizar la economía y darle poder al sector financiero, además de sufrir múltiples crisis de endeudamiento. La desigualdad aumentó y la calidad de vida empeoró.
A continuación unos gráficos que reflejan la transición:
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