La reforma agraria y la ley de tierras alrededor del mundo no son algo exclusivo de procesos políticos socialistas, hay múltiples ejemplos de países capitalistas, entre ellos algunos países que son reconocidos por ser símbolos del capitalismo liberal occidental. Veamos el caso de los EE.UU y Australia.
Ley de tierras en EE.UU (1862)
A mediados del siglo XIX, la incompatibilidad creciente e insalvable entre modelos de país en los EE.UU desembocó en la guerra civil estadounidense (1861-1865), El norte venció al sur, a su vez consecuencia de una previa y paulatina industrialización de los estados nororientales, se terminó de imponer un nuevo y más avanzado orden socioeconómico y cultural en los EE.UU. Durante la guerra, los partidarios de la Unión impusieron un paquete de medidas revolucionarias entre las que destacamos: la Ley de Tierras en 1862, la supresión de la esclavitud en 1862/63 y el Sistema Bancario y Monetario Nacional en 1863.
En lo que respecta a la Ley de Tierras, en la década de 1850, gran cantidad de proyectos para la entrega masiva de tierras a colonos y ciudadanos estadounidenses fue demorada en el Parlamento por los representantes de los estados del Sur, y así siguió hasta que el Partido Republicano, que había incorporado estos proyectos en su plataforma, ganó las elecciones en 1860 de la mano de Abraham Lincoln. La Ley de Tierras, fue aprobada finalmente en 1862, estipulaba que todo ciudadano o aspirante a ciudadano podría acceder a un terreno de 64,8 hectáreas propiedad del gobierno nacional. Durante los siguientes cinco años, el beneficiado debería vivir en la tierra, cultivarla y construir en ella una casa estipulada. Para 1934, más de 1,6 millones de ciudadanos recibieron terrenos en el marco de la ley de 1862 por un total de 109.305 millones de hectáreas, equivalente al 10% de la totalidad del territorio estadounidense.
La democratización de la tierra prosiguió hasta la sanción en 1976 de la Ley de Control y Política de Tierras Federales. La ley de tierras tuvo como efectos beneficiosos, el crecimiento exponencial del poblamiento del país, la llegada masiva de inmigrantes, el desarrollo de la actividad privada, la financiación de proyectos estatales, la mejora de las condiciones de las clases más pobres, y la consolidación del espíritu de una sociedad más “democrática”. La mente detrás de esta ley fue George Evans, defensor de una distribución equitativa de la tierra. Él enfatizaba la cuestión de la lucha de clases y militaba activamente a favor de los trabajadores y campesinos, sabiendo de su interés por la libertad de la tierra. La Ley de Tierras de 1862 inspiró a las fuerzas progresistas y revolucionarias de Australia a elaborar una legislación similar en lo que respecta a posesión de tierras.
Ley de Tierras en Australia (1860-1900)
Entre los años 1820 y 1850, el sistema dominante de ocupación y uso de la tierra en la Australia colonial se basó en la ocupación ilegal por parte de colonos e inmigrantes libres y acaudalados, la denominada Aristocracia Squatter. Dicho sistema dominante imponía una explotación pastoril de la lana vinculada al comercio externo, fundamentada en la escasez y el abaratamiento permanente de la mano de obra local por un lado, y el monopolio de la tierra, por el otro.
Ahora bien, conforme avanzaba la segunda mitad del siglo XIX, el sistema pastoril comenzó a ser visto como insuficiente y hasta reaccionario, y excluía otros tipos modelos económicos más modernos. Se planteó una dicotomía de modelos en la Australia colonial, un sistema pastoril contra un capitalismo agrícola, moderno y más democrático. La resolución favorable a este último modelo tuvo como pilar central la creación de un mercado abierto en materia de compra y venta de tierras, medida fundamental para acabar con el poderoso monopolio de la Aristocracia Squatters que ejercían el control de la dirección política y económica de la Australia colonial. Surgieron así las reformas de tierras de la década de 1860, reformas que prosiguieron hasta fines del siglo XIX. Las reformas en la tierra se garantizaron con el impulso de la aparición del movimiento trabajador organizado, que planteaba soluciones democráticas y socializantes a los flagelos del desempleo, la pobreza, el monopolio financiero y de la tierra.
Estos dos ejemplos muestran de manera clara la diferencia que hubo comparándolo con otros países en la misma época, por ejemplo los paises de latinoamerica, donde la concentración de la tierra en oligarquías terratenientes garantizó la conformación de sociedades desiguales y modelos económicos dependientes.
Fuentes:
- http://www.infonews.com/nota/6116/otras-leyes-de-tierras-revolucionarias
Ley de tierras en EE.UU (1862)
A mediados del siglo XIX, la incompatibilidad creciente e insalvable entre modelos de país en los EE.UU desembocó en la guerra civil estadounidense (1861-1865), El norte venció al sur, a su vez consecuencia de una previa y paulatina industrialización de los estados nororientales, se terminó de imponer un nuevo y más avanzado orden socioeconómico y cultural en los EE.UU. Durante la guerra, los partidarios de la Unión impusieron un paquete de medidas revolucionarias entre las que destacamos: la Ley de Tierras en 1862, la supresión de la esclavitud en 1862/63 y el Sistema Bancario y Monetario Nacional en 1863.
En lo que respecta a la Ley de Tierras, en la década de 1850, gran cantidad de proyectos para la entrega masiva de tierras a colonos y ciudadanos estadounidenses fue demorada en el Parlamento por los representantes de los estados del Sur, y así siguió hasta que el Partido Republicano, que había incorporado estos proyectos en su plataforma, ganó las elecciones en 1860 de la mano de Abraham Lincoln. La Ley de Tierras, fue aprobada finalmente en 1862, estipulaba que todo ciudadano o aspirante a ciudadano podría acceder a un terreno de 64,8 hectáreas propiedad del gobierno nacional. Durante los siguientes cinco años, el beneficiado debería vivir en la tierra, cultivarla y construir en ella una casa estipulada. Para 1934, más de 1,6 millones de ciudadanos recibieron terrenos en el marco de la ley de 1862 por un total de 109.305 millones de hectáreas, equivalente al 10% de la totalidad del territorio estadounidense.
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Colonos estadounidenses |
La democratización de la tierra prosiguió hasta la sanción en 1976 de la Ley de Control y Política de Tierras Federales. La ley de tierras tuvo como efectos beneficiosos, el crecimiento exponencial del poblamiento del país, la llegada masiva de inmigrantes, el desarrollo de la actividad privada, la financiación de proyectos estatales, la mejora de las condiciones de las clases más pobres, y la consolidación del espíritu de una sociedad más “democrática”. La mente detrás de esta ley fue George Evans, defensor de una distribución equitativa de la tierra. Él enfatizaba la cuestión de la lucha de clases y militaba activamente a favor de los trabajadores y campesinos, sabiendo de su interés por la libertad de la tierra. La Ley de Tierras de 1862 inspiró a las fuerzas progresistas y revolucionarias de Australia a elaborar una legislación similar en lo que respecta a posesión de tierras.
Ley de Tierras en Australia (1860-1900)
Entre los años 1820 y 1850, el sistema dominante de ocupación y uso de la tierra en la Australia colonial se basó en la ocupación ilegal por parte de colonos e inmigrantes libres y acaudalados, la denominada Aristocracia Squatter. Dicho sistema dominante imponía una explotación pastoril de la lana vinculada al comercio externo, fundamentada en la escasez y el abaratamiento permanente de la mano de obra local por un lado, y el monopolio de la tierra, por el otro.
Ahora bien, conforme avanzaba la segunda mitad del siglo XIX, el sistema pastoril comenzó a ser visto como insuficiente y hasta reaccionario, y excluía otros tipos modelos económicos más modernos. Se planteó una dicotomía de modelos en la Australia colonial, un sistema pastoril contra un capitalismo agrícola, moderno y más democrático. La resolución favorable a este último modelo tuvo como pilar central la creación de un mercado abierto en materia de compra y venta de tierras, medida fundamental para acabar con el poderoso monopolio de la Aristocracia Squatters que ejercían el control de la dirección política y económica de la Australia colonial. Surgieron así las reformas de tierras de la década de 1860, reformas que prosiguieron hasta fines del siglo XIX. Las reformas en la tierra se garantizaron con el impulso de la aparición del movimiento trabajador organizado, que planteaba soluciones democráticas y socializantes a los flagelos del desempleo, la pobreza, el monopolio financiero y de la tierra.
Estos dos ejemplos muestran de manera clara la diferencia que hubo comparándolo con otros países en la misma época, por ejemplo los paises de latinoamerica, donde la concentración de la tierra en oligarquías terratenientes garantizó la conformación de sociedades desiguales y modelos económicos dependientes.
Fuentes:
- http://www.infonews.com/nota/6116/otras-leyes-de-tierras-revolucionarias
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