En la década de los noventa, los organismos
multilaterales de crédito como el FMI y el Banco Mundial, promovieron la
adopción por parte de los países latinoamericanos, de políticas devenidas de
los acuerdos establecidos en el Consenso de Washington. El desarrollo de una
mundialización neoliberal comenzó a influir en todos los aspectos de la vida de
la sociedad. Ésta última fase de la acumulación capitalista, puede ser
analizada como la respuesta a un periodo de radicalización de las demandas y
las masas populares a fines de los sesenta y principios de los setenta,
buscando la subordinación popular.
El neoliberalismo logró expandirse e implementar
una drástica reconversión estructural de la economía, agudizando la
internacionalización de la economía. Promovió una fragmentación mundial de los
procesos de fabricación y el desplazamiento de la industria hacia Oriente,
evidenciando el poder de las empresas transnacionales en la economía
capitalista moderna. Las grandes firmas utilizan las normas librecambistas y los
bajos aranceles para desarrollar los distintos sectores de la cadena
productiva, guiados por la globalización financiera y el flujo de capitales
entre los distintos países.
El neoliberalismo significó una ofensiva del
capital sobre el trabajo para recomponer la tasa de ganancia de las elites
económicas. Dicho modelo profundizó la explotación y precarización contra los
trabajadores, que en contextos recesivos potencian las condiciones de
marginalidad. La desigualdad social alcanzó niveles históricos, la pobreza se
expandió incluso en las economías centrales y la precarización laboral se
expandió de forma global.
El neoliberalismo contrajo los ingresos populares,
afectó la capacidad de consumo, incrementó la sobreproducción de mercancías y
agravó varias modalidades de sobreacumulación de capital. Acentuó, además, un
deterioro del medio ambiente que amenaza con desatar inéditos desastres
ecológicos.
El sistema capitalista confiere a los conglomerados
económicos un poder estructural para influenciar a los gobiernos en el diseño
de sus políticas. En las economías de mercado, en crecimiento económico depende
de la inversión privada y de la confianza de los agentes económicos para
invertir. Estos son determinantes porque las condiciones materiales de los electores
aumentan las chances de que el gobierno mantenga su poder. Por lo tanto los
gobiernos están constantemente preocupados por los impactos de sus políticas en
la confianza de los mercados. Esta posición privilegiada de la élite económica
puede considerarse como una barrera al ejercicio democrático por limitar la
capacidad los gobiernos a responder a las demandas de los electores. Las
salidas repentinas de capital financiero presionan el valor de la moneda de un
país, los precios de sus productos importados y exportables, así como la
inflación.
Al terminar la década de los noventa, el proceso de
resistencias sociales contra el poder hegemónico imperante, avanzaría hacia un
profundo cuestionamiento de la legitimidad del régimen en su conjunto. De esta
manera comienza en la región, un nuevo período de crisis de legitimidad del
modelo neoliberal. Esto derivó en una serie de levantamientos sociales que
llevaron a crisis políticas y numerosas caídas de gobiernos y la apertura de
transiciones políticas. Se conformaron mayorías electorales críticas a sus
políticas, terminando con la hegemonía neoliberal en la década de los ´90 y la
aparición de candidatos y coaliciones políticas caracterizadas por una
tendencia condenatoria de las políticas aplicadas durante los noventa.
Los “nuevos” movimientos sociales llevaron a cabo
un proceso de resistencias al neoliberalismo que agudizaron la crisis de
legitimidad. Ante el notable deterioro de la calidad de vida, se agudiza la
exigencia por parte de los movimientos sociales y las diversas rebeliones
populares a lo largo del mundo, de una radical democratización de la vida. La
tensión creciente entre la política institucional de los sistemas de partidos y
la política en las calles con los movimientos sociales fue determinante. La
fortaleza de las organizaciones de la sociedad civil pretendió y pretende
promover diversas reformas políticas, institucionales y económicas. Lo que
produjo la emergencia de actores contestatarios que llevó no solo al derrumbe
electoral de los partidos tradicionales debido a la pérdida de legitimidad,
sino al derrocamiento de un número importante de presidentes en la región.
El análisis de los nuevos gobiernos populares del
siglo XXI, puede realizarse en base a que sus políticas no han logrado romper
en su totalidad con el neoliberalismo, sino que por el contrario, han
representado la continuidad de algunas de las políticas neoliberales. Incluso
Venezuela, Bolivia y Ecuador contienen matices que no se pueden considerar de
plena ruptura. Esto se debe a un conjunto de correlaciones de fuerza. La
hegemonía de Estados Unidos y la presencia del Fondo Monetario Internacional,
limitan las políticas económicas en la región. La fuerza de grupos
empresariales y partido de derecha mantienen su influencia en gran parte de la
población. El neoliberalismo ha dejado pobres indicadores sociales, poco
desarrollo productivo y enormes ganancias hacia los grandes grupos de capital.
Los gobiernos progresistas del siglo XXI fueron una
respuesta a décadas de políticas de desigualdad e informalización de la
economía. Estos nuevos gobiernos intentarían en algunos casos, no solamente
revertir los efectos de las políticas de mercado en la región, sino además
saldar cuentas históricas de los gobiernos para con las masas empobrecidas. En
estas últimas décadas, la presión de la sociedad civil organizada y los
movimientos sociales fueron cruciales para derrumbar un gran número de
presidentes electos en América latina.
Es necesario que los gobiernos tomen medidas
concretas para generar un país más homogéneo en miras a un desarrollo futuro, y
no se queden en medidas tímidas que busquen conseguir votos y mejorar la
redistribución de la riqueza, manteniendo la dependencia de los mercados.
Bibliografía:
GOMEZ LEYTON J., MOREIRA C. Y RAUS D. (2008):
"La nueva política en América Latina", Trilce, Montevideo.
DE SOUSA SANTOS, BOAVENTURA (2001): "Los
nuevos movimientos sociales", OSAL, Revista del Observatorio.
KATZ, CLAUDIO (2016) "Neoliberalismo.
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SEOANE JOSE, TADDEI EMILIO (2018): "Una década
de resistencias contra la mundialización neoliberal: Contribuciones,
significación y vigencia altermundista en América Latina". Buenos Aires,
IEALC-GEAL.
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